Hacia una evaluación centrada en el progreso y el logro del estudiante

Hace unos meses compartí con algunos compañeros este video para reflexionar sobre el complejo asunto de las calificaciones. ¿Qué nos dicen las notas o calificaciones de los estudiantes? ¿Qué miden realmente esos números? Uno de nuestros mayores desafíos es hacer que la evaluación sea realmente una herramienta para el aprendizaje. Una evaluación auténtica se centra en el logro de aprendizajes concretos y ofrece a los alumnos la posibilidad de saber cómo avanzan y qué necesitan hacer para mejorar; ayuda también al docente a saber de qué manera está teniendo impacto su trabajo en el logro de sus estudiantes y le ayuda por tanto a mejorar y fortalecer sus estrategias docentes.

La reflexión de esta joven estudiante es una provocación muy pertinente para repensar el tema. ¿Qué calificamos? ¿Qué significan las calificaciones que generamos? ¿Qué les dicen a nuestros chicos de sus aprendizajes?

Para complementar este mensaje, dejo la liga a otro inspirador video que compartimos aquí hace cerca de cuatro años: Todo niño necesita un campeón. Esta charla de la maestra Rita Pierson aborda la importancia de la conexión entre maestro y estudiantes, incluyendo entre otros asuntos la relación entre vínculo personal y evaluación. Vale la pena recordarlo.

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