Hablar de Filosofía resulta para muchos hablar de divagaciones o ideas que se quedan en el aire; filosofar es visto muchas veces como algo inútil o, en el mejor de los casos, como una actividad entretenida que prepara a la mente para otras cosas más relevantes.
Algunos entendemos la Filosofía y el pensar filosófico como algo más tangible, como una forma de abordar la vida, como un dispositivo intelectual poderoso para transformar las cosas y no solo pensarlas. Esa Filosofía con un para qué de fondo es la que promueve nuestra visión educativa. Y esa es también la visión de Carlos Fraenkel -un auténtico ciudadano del mundo como puede apreciarse en la biografía que él mismo presenta en su página web-.
A raíz de la edición en español de su libro más reciente, Enseñar Platón en Palestina, se publicó una interesante entrevista con él en el Huffington Post: "Sin Filosofía no se puede ser un buen ciudadano", es el provocador título de la charla. Hacer de la Filosofía "una caja de herramientas para afrontar la vida". Se dice fácil. ¿Estamos dispuestos ante lo que eso significa?
Algunos entendemos la Filosofía y el pensar filosófico como algo más tangible, como una forma de abordar la vida, como un dispositivo intelectual poderoso para transformar las cosas y no solo pensarlas. Esa Filosofía con un para qué de fondo es la que promueve nuestra visión educativa. Y esa es también la visión de Carlos Fraenkel -un auténtico ciudadano del mundo como puede apreciarse en la biografía que él mismo presenta en su página web-.
A raíz de la edición en español de su libro más reciente, Enseñar Platón en Palestina, se publicó una interesante entrevista con él en el Huffington Post: "Sin Filosofía no se puede ser un buen ciudadano", es el provocador título de la charla. Hacer de la Filosofía "una caja de herramientas para afrontar la vida". Se dice fácil. ¿Estamos dispuestos ante lo que eso significa?
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